Por Ricardo López Göttig
"Be water", aconsejaba Bruce Lee. El agua puede fluir, adaptarse, ser una fuerza poderosa. Esta filosofía que guiaba su práctica del combate personal es la que hoy inspira a quienes protestan en Hong Kong para sostener la autonomía de esa ciudad, uno de los principales centros financieros del mundo, desde 1997 bajo soberanía de la República Popular China.
Hong Kong fue colonia británica tras la primera guerra del opio y fue devuelta a la República Popular China en 1997, tras la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984 y el establecimiento de la Ley Básica (Basic Law) que consagra el régimen de "Un país, dos sistemas" hasta 2047. Esto significa que Hong Kong mantendrá su singularidad jurídica, económica, política y social hasta llegar a mediados de este siglo. Hong Kong se beneficia, entonces, del sistema del common law inglés, de la economía de mercado, de un sistema legislativo semicorporativo y de amplias libertades individuales, un gran contraste con el régimen autoritario que impera en el resto de la República Popular China.
No obstante, la Basic Law puede ser derogada en cualquier momento por la Asamblea Nacional de la República Popular China, que además actúa como órgano de control de constitucionalidad, poder legislativo en el que el Partido Comunista tiene un rol hegemónico. De este modo, los derechos individuales y todo la arquitectura institucional que los protege puede ser borrado de un plumazo. Y ese es uno de los motivos por los cuales hay una creciente demanda en Hong Kong para que el gobernador resulte elegido por el voto directo de sus ciudadanos, y no por un comité en el que el gobierno chino tiene un papel determinante.
El régimen de la República Popular China ha sido cauteloso al ir estableciendo mecanismos de control en Hong Kong, a diferencia de lo que ocurre con las minorías en Tíbet y Sinkiang, en donde los atropellos son la regla constante. Y aún así, ha cometido un error grave al pretender la extradición de detenidos a China continental para juzgarlos de acuerdo a la legislación y los procedimientos imperantes de la República Popular China, lo que despertó una ola de enorme indignación y protestas en la ciudad. Si bien el gobierno chino retiró esta pretensión, la gobernadora Carrie Lam es una figura cada vez más resistida y cuestionada. Desde junio hasta la fecha, hubo una sucesión de protestas y manifestaciones, cuya respuesta fue una represión severa, generando un clima de violencia estatal y de elementos radicalizados del polo opositor.
Mañana domingo 24 de noviembre, se celebran comicios para la renovación de los concejales en los 18 distritos municipales, que probablemente tengan la mayor concurrencia de votantes en su historia. Una elección local que hasta ahora se consideraba como un hecho rutinario y de poca significación -estos concejos apenas tienen atribuciones y presupuesto-, se ha transformado en un referendum entre el sector progubernamental y la oposición pandemócrata, que ha presentado candidatos en todos los circuitos por primera vez. De ocurrir un triunfo de la oposición democrática, este bloque podría contar con un nutrido grupo de representantes para la elección del futuro gobernador de Hong Kong, aunque minoritario. Pero la fuerza simbólica de una victoria de los sectores demócratas le daría un impulso torrentoso a las exigencias de mayores libertades para los ciudadanos de Hong Kong.
En este escenario, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley para los derechos humanos y la democracia en Hong Kong, a la que el presidente Donald Trump deberá rubricar. Si no lo hiciera, la ley igualmente saldría aprobada, ya que tuvo la unanimidad del Senado y sólo un voto en contra en la Cámara de Representantes. En momentos en que los gobiernos de la República Popular China y de los Estados Unidos están negociando un tratado comercial de gran magnitud, esta ley llega en un momento delicado.
En Asia Oriental, los jugadores despliegan sus estrategias con la sutileza del Go, en un tablero marcado por las suspicacias, las sospechas y los gestos simbólicos.
Comentarios
Publicar un comentario