El presidente Donald Trump, en su gira por Medio Oriente, dejó en el olvido sus proclamas antiislámicas y, particularmente, contra Arabia Saudí durante la campaña electoral de 2016. El régimen saudí también lo hizo. Fue más fuerte el compromiso de compra de armamentos por valor de 110.000 millones de dólares en diez años, adquisición que servirá para esta monarquía absoluta del Golfo Pérsico como elemento disuasivo frente a la República Islámica de Irán, un enemigo que tiene en común con el Estado de Israel. Una cifra que supera a la ya considerable de 38.000 millones de dólares de ayuda militar de Estados Unidos al Estado de Israel, rubricado por el entonces presidente Obama en septiembre de 2016. Tras la primera guerra mundial, en el mundo árabe -hasta entonces mayormente sometido por el moribundo Imperio Otomano- se desarrolló la idea de unificarse en un solo Estado con la monarquía como forma de gobierno. Esta promesa se diluyó cuando amplios territorios de población árabe...
Análisis político internacional de Ricardo López Göttig