El fallecimiento del escritor y disidente chino Liu Xiaobo pone, una vez más, en evidencia la falta de libertades fundamentales en la República Popular China. Estaba con arresto domiciliario por ser uno de los signatarios de la Carta 08 , en la que tres centenares de disidentes chinos reclaman el respeto a libertades esenciales como expresión, asociación, conciencia, culto, equilibrio de poderes, economía de mercado y justicia independiente, su voz y accionar han intentado ser acallados dentro y fuera de China. No se le permitió viajar a Noruega cuando obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2010; tampoco se le dio permiso para trasladarse al exterior y seguir un tratamiento para el cáncer que lo llevó a la muerte. Las autoridades rápidamente arrojaron un manto de silencio sobre la muerte del disidente chino; infortunadamente, las naciones democráticas no se hicieron eco del pedido de tratamiento para Liu Xiaobo, porque China hace sentir su peso económico al ser un gigan...
Análisis político internacional de Ricardo López Göttig